Nouveautés

carre gris Le fabuleux voyage de Tromblon

carre gris Blanche et la dragonne

carre gris Melvin

carre gris Le roi sans couronne

Traducteur

Bonus

J'aime

Recommander à un ami Recommander à un ami


Pour recommander ce texte, merci de compléter ce formulaire.
Tous les champs sont obligatoires









Outils

Un gusanito de nada

Poule blanche et poule brune

En un rincón del corral, una gallina blanca y regordeta y una gallina marrón bien rechoncha dormitan tranquilamente bajo el sol invernal, mecidas por el cacareo de los otros habitantes del lugar.

-Dime – dice la gallina marrón a la gallina blanca-, ¿cuántos huevos has puesto hoy?
-Sólo uno – contesta la gallina blanca-. ¿Y tú?
-¡Ninguno!
-¡Ay! ¡A la granjera no le va a gustar!
-Ya lo sé – suspira la gallina marrón.
Y las dos robustas gallinas se adormecen indiferentes al ruido que les rodea.

-Dime – pregunta la gallina blanca a la gallina marrón-, ¿cuándo viene la granjera con el grano?
-¡Oh, aún falta más de una hora! –responde la gallina marrón.
-¡Tengo hambre!
-¡Uy, pues se te va a hacer largo!
-Ya lo sé –suspira la gallina blanca.
Y las dos corpulentas gallinas contemplan tranquilamente los animados juegos de los polluelos.

De repente, la gallina blanca siente un cosquilleo en una de sus patas.
-¡Oh, un gusano de tierra! – exclama.
-¿Ah, sí? ¿Dónde? – pregunta la gallina marrón.
-Aquí, al lado de mi pata derecha.
-Es pequeñísimo –señala su compañera.
-Sí, es verdad. ¿Crees que es comestible? Es tan pequeño…
-Si no lo quieres, dámelo. Me lo comeré bien a gusto.
-¡Ah, no! ¡Es mío! – exclama la gallina blanca.
La gallina blanca adelanta su cuello, observa el gusanito inconsciente y después se vuelve moviendo la cabeza:
-No, pensándolo mejor, te lo dejo. Es demasiado pequeño – dice con desdén.
-¿Estás segura? ¿No lo quieres? – pregunta la gallina marrón.
-Prefiero esperar a la granjera y su maíz.
-Como quieras…
Así pues, la gallina marrón se inclina para picotear al imprudente gusano, pero se echa atrás en el último momento:
-No, te lo dejo –dice-. Tú lo has visto antes, es tuyo.
-De verdad, tómalo. No tengo tanta hambre, puedo esperar de sobra a la granjera.
-¡Humm! Los gusanos de tierra están tan ricos… -balbucea la gallina marrón.

De repente, el gusanito de tierra, consciente del peligro que corre, emprende una carrera desesperada para salvarse. Y, cuando la gallina marrón se decide por fin a coger al gusanito, que corre despavorido, un polluelo intrépido surge de entre las dos rollizas gallinas y engulle el gusanito sin pensárselo dos veces.


Copyright © 2006, © 2013 - La tête dans les mots